Cuando hablamos de sostenibilidad en construcción, el debate entre acero y hormigón sigue siendo clave. Para entenderlo de forma objetiva, analizamos los datos de la Environmental Protection Agency (EPA) sobre las emisiones de CO₂ de ambos materiales, y aplicamos esos valores a un caso real: una nave industrial de 600 m² con un transporte medio de 20 km hasta la obra.
📊 Datos base de emisiones por tonelada de material
- Hormigón: 265 kg CO₂ / tonelada
- Acero: 694 kg CO₂ / tonelada
A simple vista, el acero parece más contaminante. Sin embargo, la comparación cambia completamente cuando se tiene en cuenta la cantidad de material necesario y el transporte hasta la obra.

Ejemplo práctico: una viga de una nave industrial
Viga de hormigón (20 m de largo)
- Volumen: 4 m³
- Densidad: 2,3 t/m³
- Peso total: 9,2 toneladas
- Emisiones de CO₂: 9,2 t × 265 kg CO₂/t = 2.438 kg CO₂
Viga de acero (21 m, perfil IPE)
Emisiones de CO₂: 1,3 t × 694 kg CO₂/t = 902 kg CO₂
Peso: 1,3 toneladas
Transporte de materiales
Un camión emite aproximadamente 2,5 kg de CO₂ por litro de combustible y consume unos 40 litros cada 100 km.
Acero:
1 camión × 20 km × 2,5 kg CO₂/l × (40 l / 100 km) = 100 kg CO₂
Hormigón:
12 camiones × 20 km × 2,5 kg CO₂/l × (40 l / 100 km) = 1.200 kg CO₂
Emisiones totales de CO₂ en la construcción de la nave
| Material | Emisiones de fabricación | Emisiones de transporte | Total CO₂ |
|---|---|---|---|
| Hormigón | 2.438 kg | 1.200 kg | 3.638 kg |
| Acero | 902 kg | 100 kg | 1.002 kg |
Conclusión
Aunque el acero tiene mayor emisión por tonelada producida, su menor peso estructural y la eficiencia en el transporte lo convierten en una opción más sostenible en el conjunto de la obra.
En el caso analizado, una nave industrial metálica genera un 72% menos de CO₂ que su equivalente en hormigón (1.002 kg frente a 3.638 kg de CO₂).
Además, el acero ofrece otras ventajas ambientales:
- Se reutiliza y recicla prácticamente al 100%.
- Reduce los tiempos de obra y los residuos generados.
- Permite diseños más ligeros y eficientes.
En resumen
El acero no solo aporta resistencia y precisión estructural, sino que también contribuye a una construcción más limpia, rápida y sostenible.
En proyectos industriales, elegir estructura metálica no es solo una decisión técnica, sino también una apuesta por reducir la huella de carbono real del edificio.

